Esto le pasó a Wilco con su genial Yankee Hotel Foxtrot. Pese a ser el disco que mas fama y reconocimiento le ha dado a la banda, su discográfica no veía con buenos ojos ese cambio de sonido del folk americano hacia un sonido más alternativo. ¿Y que hicieron? Los echaron a la calle.
Esta situación los ha llevado a autoeditar sus discos, cosa que cada vez se ve mas, por ejemplo Radiohead o Jack White, dos grandes de la música actual ya lo hacen.
Bueno olvidando el tema de las discográficas voy a centrarme en lo que toca, el último disco de Wilco.
El comienzo no puede ser mejor, tremenda primera canción de 7 minutos como es Art Of Almost en la que experimentan con la electrónica y que acaba con un solo de guitarra frenético y expectacular, la siguiente, I Might es el primer single y es una clásica canción de Wilco, guitarras acústicas, teclados, un bajo fuzz y una melodía maravillosa, estas dos canciones son de lo mejor del disco.
Las letras de Tweedy en este disco siguen tan geniales como siempre, menos perturbadas que en aquella etapa en la que tuvo que luchar contra su adicción a las drogas, si no que ahora son letras más humanas con las que cualquiera se puede identificar.
Ya en la parte final vuelve a aparecer la genialidad de Wilco con la homónima The Whole love y ese fantástico final de 12 minutos que es One Sunday Morning, que pese a su larga duración es una canción que no cansa en ningún momento.
En resumen, no es el mejor disco de Wilco pero demuestra que siguen manteniendo un altísimo nivel después de tantos años.
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