domingo, 8 de enero de 2012

Kid A / Amnesiac

KID A 

"Yo no estoy ahí, esto no esta pasando" 

1) Everything In It's Right Place; 2) Kid A; 3) The National Anthem; 4) How To Disappear Completely; 5) Treefingers; 6) Optimistic; 7) In Limbo; 8) Idioteque; 9) Morning Bell; 10) Motion Picture Soundtrack.
 

mejor canción: Optimistic 

¿Cómo hace un grupo para suceder a su obra maestra cuando sabe que hay un 99% de probabilidades de que no logre superarla? En el caso de Radiohead no hubo muchas dudas: después del mejor álbum de su carrera grabó el más polémico. Claro, podrían haber hecho un Ok Computer 2 (lo cual no hubiera estado mal), pero en cambio el grupo decidió que, tras haber alcanzado prematuramente la cima, no quedaba otra que cambiar completamente los pergaminos e intentar algo totalmente distinto, una música que a nadie se le pudiera ocurrir comparar con el álbum anterior. Realmente ingenioso; Kid A no es tan bueno como Ok Computer, pero a la vez es tan inesperadamente distinto, novedoso y bizarro que tiene un encanto completamente propio e independiente de la pesada carga que representa su glorioso antecesor. Como decir que Kid A es un mundo, un paradigma totalmente nuevo al que no le preocupa en lo más mínimo ser mejor o peor que Ok Computer. Esta es una de las razones para admirar a Radiohead: no se duerme en los laureles, sabe cómo torcer el rumbo hacia lo desconocido y sabe como hacer que sus álbumes suenen todos bien. Al menos en esta ocasión particular. 

 

¿Cómo describiir el salto estilístico? En primer lugar, debo decir que las diferencias con respecto a Ok Computer no son TAN abruptas como el folklore da a entender. Es cierto que el sonido electrónico de Kid A es eminentemente nuevo para Radiohead, pero en su base sigue siendo oscuro, sique siendo frío, sigue siendo muy atmosférico y lo más importante, las texturas y melodías siguen tan interesantes como siempre. Ahora bien, para repasar rápido esta nueva música hay que decir que: a) Las guitarras eléctricas que florecían y rebosaban en The Bends han virtualmente DESAPARECIDO, relegadas a funciones meramente secundarias y decorativas; b) Los teclados y sonidos electrónicos han tomado la batuta y en ellos se basa el sonido general de este álbum; c) Los ritmos programados por computadora son la norma; d) Las melodías son bizarras, enigmáticas y retorcidas; e) Los arreglos son eminentemente oscuros, evanescentes, anti-comerciales, minimalistas y helados como icebergs. En síntesis se podría generalizar que Radiohead ha pasado de ser una banda “alternativa” de rock moderno a una banda de ambient y electrónica. Evidentemente, por lo que se oye, Kid A es un álbum intencionalmente difícil, poco amistoso, un álbum oscuro y tétrico, complicado de asimilar y digerir. Si Ok Computer ya te sonaba hostil y frío, pues al lado de Kid A es una primavera eterna. Pero lo más atractivo del álbum es que SI se digiere, la música se torna absolutamente adictiva. Diría más: Kid A es un discazo. 

                  

Había dicho en la introducción que es un álbum polémico. En primer lugar hay que contabilizar las altísimas probabilidades de que el enamorado del Radiohead tradicional (The Bends y Ok Computer) descarte esto como una basura inútil. También está la polémica de hasta qué punto Kid A es un álbum “experimental”. Antes de argumentar cualquier cosa, lo que sí puedo establecer con total seguridad es que Kid A es definitivamente ANTI-COMERCIAL. Esta no es música pensada para deleitar a las masas y hacer que el álbum se venda como pan fresco. Tal es así que la banda no extrajo NINGUN single de aquí. Aún así el disco llegó a ser número uno, pero esta es una música intelectualoide, hostil y poco acequible que seguramente no entusiasmará gran cosa a tu hermanita fan de los Backstreet Boys. Por otro lado, ES un álbum experimental, ya que es el producto de una banda de músicos que cortó de golpe con lo que venían haciendo bien y se dedicó a explorar lo desconocido, lo nuevo. Que estos esquemas musicales sean o no sean totalmente nuevos da para debatir largo y tendido, pero tampoco importa demasiado: para ser una obra de corte masivo a cargo del grupo más grande del momento SÍ es una movida de riesgo. Ahora bien: no se crean que Kid A es la cosa más oscura y subterránea jamás hecha: cualquier oído más o menos entrenado (Es decir, que haya escuchado una buena dosis de cosas como I Am The Walrus, Interstellar Overdrive o Are You Experienced?) sabrá inmediatamente que no se trata de una música convencional, pero de ninguna manera saldrá corriendo despavorido como si se hubiera encontrado cara a cara con un alien: después de todo es un álbum con algunas buenas melodías y algunos buenos ganchos. Esto sigue siendo Radiohead, nunca se olviden de eso. 
Kid A no es un álbum de canciones. Tenemos aquí diez pistas de las cuales solamente tres o cuatro podrían ser consideradas canciones más o menos estructuradas y sólidas mientras el resto no pasa de impromtus volátiles encadenados unos con otros. Es más bien un álbum de viñetas, de texturas, de climas, de atmósferas experimentales que se van entrelanzando, que van apareciendo y desapareciendo. En conjunto, Kid A tiene un SONIDO espectacular y muy seductor, donde hay que prestar atención a cada detallecito, cada sonidito que se va articulando ante nosotros. Por supuesto, si aislamos canción por canción hay realmente pocos clásicos, pero si contamos todo como una unidad y tenemos en cuenta la forma maestra en la que los trucos se van combinando entre sí tendremos entre manos lo que yo llamaría una maldita obra maestra de la textura sonora. Tan trascendente como Ok Computer, a veces imagino incluso que Kid A es el álbum que abre oficialmente el nuevo siglo musical. 

 

Bueno! Esa fue una laaaaarga introducción. Supongo que la explicación era necesaria, pero si te aburriste te pido disculpas (Bah, en realidad me importa un comino) Ahora vamos a las canciones. La única que podría caratularse como NORMAL es Optimistic, que por casualidad (o por causalidad, uno nunca sabe) es mi favorita del álbum. Lo que hace de Optimistic una experiencia tan valiosa es la fantástica combinación entre su gran melodía vocal, los densos, superpuestos y muchas veces disonantes riffs de guitarra (Imposible sacar los acordes de esta cosa, lo advierto) y la oscura percusión tribal. Extrañamente, a pesar de todas las guitarras que hay, Optimistic no es nada ruidosa, sino más bien hipnótica, al punto que no se bien si llamarla “rocker” o “balada”. Hum, es el tema más convencional y no se cómo clasificarlo... Una de dos: o soy muy estúpido o este álbum es verdaderamente especial. Lo único que se es que Optimistic NO ES un rocker tradicional. Escuchar esta canción es como asistir a una serie de golpes maestros, como por ejemplo esa línea de guitarra ascendente que entra con el estribillo o el final, donde Yorke retoma la melodía introductoria en un efecto IMPONENTE que me vuela la cabeza. 

Pero antes de Optimistic hay cinco “canciones” que constituyen la primera mitad del álbum. No hay un consenso sobre qué mitad del álbum es mejor, pero a mí esta primera parte me parece la más irregular. Aunque empieza de mil maravillas con esa APABULLANTE pieza electrónica llamada Everything In It’s Right Place. Los primeros acordes del disco, con un sonido ADICTIVO de teclado electrónico, son un momento mágico en la historia del rock, deberías escucharlos. En algún sitio de internet los han atribuido a “naves espaciales comunicándose a través de tubos de órgano”. Qué creatividad... La cuestión es que esas mínimas notas constituyen a la PERFECCIÓN una atmósfera oscura, malévola, cúlmine, como de otro mundo, que abre Kid A de una forma que te chupa, te seduce, te marca a fuego y para siempre. Es difícil explicarlo con palabras, es una sensación demasiado intangible... El resto de Everything In It’s Right Place es atmósfera pura, pero una atmósfera excelente que no puedo comparar a nada que haya escuchado antes. Sobresale más que nada la arquitectura del tema, en donde muchas de las melodías se crean a partir de trocitos de la voz de Yorke recortados y pegados. Esto es arte. La pista titular que le sigue, Kid A es aún más atmosférica, algo así como Fittier Happier pero más melódico. Las notas de cajita musical que aparecen al principio son a la vez relajantes y terroríficas, y el resto de la canción suena realmente interesante. Como dije antes, el sonido te succiona, te toma prisionero, y no se puede describir así como así. 

                  

El punto más discutible del álbum está en la fallida The National Anthem. Debo confesar que la cosa, sin dudas lo más experimental de todo el lote, suena algo inquietante, pero a diferencia del resto del ábum no tiene un gran atractivo musical. La línea de bajo (tocada por Thom) no es algo que de para ser el centro de atención de un tema y los bronces caóticos (Si señor, BRONCES) de la segunda mitad suenan positivamente molestos y, sobretodo, un poco obvios. En conjunto The National Anthem suena desencajada, incoherente y no tiene mucho que ver con el resto del álbum. Quizá esa haya sido la intención. How To Disappear Completely es una obvia reescritura de Exit Music (For A Film), pero eso no hace que me disguste. Nuevamente, esta balada lenta y acústica (un tanto floydiana en mi opinión) es más atmósfera que otra cosa, pero se trata de una de las atmósferas más DEPRIMENTES, oscuras y trágicas que haya presenciado; tan clásica como un Sgt. Pepper's o un Dark Side Of The Moon. La idea sugerida de querer desaparecer, de querer no estar en determinado lugar es realmente fuerte y queda muy bien con el contenido musical: uno tiene la sensación de estar en otra dimensión, donde el tiempo se ha congelado, los sentidos se han paralizado y nadie puede vernos ya. Treefingers, también conocida como “Hey-miren-como-imitamos-a-Brian-Eno” es LA definición de atmósfera. No es ningún tipo de canción, sino puro sonido ambiental. Obviamente si queremos tomarla como canción pop es lo más aburrido que nos podría haber pasado, pero intenten escucharla en la oscuridad, imaginando que atraviesan las heladas montañas de la portada o que vuelan en la inmensidad de una de las lunas de Júpiter y verán que pasa. 

            

Con Optimistic empieza la segunda mitad y, en mi opinión, el VERDADERO Kid A. Para empezar, la transición entre Optimistic y In Limbo es uno de los momentos clave del álbum. La primera se pone jazzera y relajada hasta que abruptamente corta con un OSCURO riff de teclado jazzero que introduce a In Limbo. In Limbo no cierra coherentemente como canción, pero es uno de los momentos más felices de todo el álbum. Particularmente me atrapa su hipnótica melodía y su excelente riff de guitarras. Esta canción es PURO SONIDO, escuchen ese sonido y vuelen por donde quieran, porque les aseguro que podrán. Qué hijos de perra, no se puede ser tan capo. La siguiente Idioteque es una de las más difíciles de digerir ya que se trata de un tema de electrónica bailable. Pero si estás pensando que se cumple tu sueño de bailar en la disco un tema deRadiohead te voy diciendo que lo OLVIDES, pues es quizá el tema "bailable" más neurótico, retorcido y bizarro jamás ideado (además de que el título sugiere que las discotecas son lugares idiotas, tesis con la cual más o menos comulgo). Las primeras veces puede sonar como una verdadera basura (especialmente por ese irritante sonido de percusión) pero con el tiempo la melodía vocal y esa simplísima frase de sintetizador te van a ir chupando como una aspiradora, hasta que te das cuenta que es genial. 

                   

El cacofónico final de Idioteque se sumerge sin interrupciones en la sublime Morning Bell, que nos recibe con un EXCELENTE patrón de percusión (como diciéndole a Idioteque como tiene que sonar una verdadera batería) y un sombrío teclado electrónico. La escalofriante melodía vocal es por lejos la mejor del álbum y está cantada con un tono que definiría angelical y siniestro a la vez, sobre todo cuando Thom canta “Cut the kids in half”. Aquí también hay un poco de guitarra eléctrica para sacudir un poco la cabeza (si cómo no), pero lo importante es contemplar detalladamente la construcción sonora del tema: hacen que incluso Brian Eno parezca un payasín. Las primeras veces que escuché Motion Picture Soundtrack, una letanía fúnebre con órgano y arpas (!), la cosa me pareció un completo bostezo. Sin embargo, las repetidas escuchas han revelado una pieza que, si bien no es gran cosa en sí misma, funciona magistralmente como cierre de álbum. Un cierre tétrico, miserable, tan sombrío como lo fue todo el disco. Algunos dicen que Kid A trata sobre el primer clon humano, y esta canción tristona sería el momento de su muerte y asención a los cielos. Sea como sea, en algún momento el tema se interrumpe, y tras varios segundos de silencio surge una ráfaga de sonido CELESTIAL que instantáneamente me hace ver un ejército de miles de ángeles elevándose desde el horizonte crepuscular, pasar sobre mi cabeza iluminándolo todo y desvanecerse en la oscuridad. ¡AHÍ hay una forma espectacular de cerrar un álbum! 

   

Pues ahí tienen al sucesor de Ok Computer. Kid A constituye un micromundo de sonidos y atmósferas UNICAS que si bien no se traduce en una seguidilla de temas espectaculares, como unidad funciona con una perfección demoledora y que en definitiva me lleva a confirmar el genio incipiente detrás de esa banda llamada Radiohead. Tercera obra maestra seguida, y encima totalmente diferente a las dos anteriores. Estos tipos no paran, y yo lo agradezco.
 














                   AMNESIAC

                        

"Mientras tu vida se desvaneció frente a tus ojos, te diste cuenta de que soy un hombre razonable. Déjame en paz, déjame en paz" 

1) Packt Like Sardines In A Crushd Tin Box; 2) Pyramid Song; 3) Pulk / Pull Revolving Doors; 4) You And Whose Army?; 5) I Might Be Wrong; 6) Knives Out; 7) Morning Bell Amnesiac; 8) Dollars And Cents; 9) Hunting Bearts; 10) Like Spinning Plates; 11) Life In A Glasshouse.
 

mejor canción: Pyramid song 

Ya que es el álbum más experimental y menos amigable de la banda, no es sorpresa que también sea su trabajo mas infravalorado. Es un disco casi impenetrable, muy difícil de asimilar y que requiere muchas escuchas para comprenderlo. Kid A es un paseo por el parque al lado de ésto, y hay que tener unas pelotas enormes para sacar a la venta algo tan abstracto y vanguardista. Me atrevería a decir que solo grandes como Bowie o los Beatles se han atrevido a correr riesgos tan enormes. 

                 

Es bien conocido que los temas que conforman Amnesiac surgieron de las mismas sesiones de grabación que Kid A, pero seria muy injusto considerarlas como lados B del disco anterior, o como canciones que quedaron fuera, porque las canciones que conforman este quinto trabajo de la banda son tan buenas como las de su hermano mayor. Aunque no muchos se dieron cuenta en su momento, Amnesiac es un disco conceptual, y la premisa es una de las mas originales para disco alguno: está compuesto de pequeñas historias, fragmentos de la vida de una persona, es como leer el diario de alguien más, o explorar su baúl de los recuerdos, donde encontramos escenas significativas de su vida que de algún modo cambiaron a esa persona, pero estos recuerdos son caóticos y poco claros y da la sensación de que, de alguna forma, estuvieran relacionados contigo, como si tú hubieras vivido esas escenas pero no puedes recordar el cómo, el cuándo o el porqué. He ahí el porqué del nombre del disco. 

            

Ahora me cuesta reconocerlo, pero la primera vez que termine de oírlo, mi primera reacción fue: ‘¡vaya tomada de pelo!’ (sólo había escuchado antes Pablo Honey y The Bends, que son infinitamente más accesibles) y es que es un álbum hostil, denso, y sobre todo, muy oscuro, que necesita su debido tiempo para ser digerido. Es un disco que va creciendo dentro de uno muy lentamente. Los temas tratados son muy fuertes: divorcio (Packt Like Sardines y Morning Bell), muerte (Pyramid Song), paranoia (Knives Out), desilusión ante el gobierno y el sistema (You And Whose Army?), los corruptos e insaciables gigantes corporativos (Dollars And Cents) y sobre la intromisión de los medios en la vida privada de la gente (Life In A Glasshouse), todo desde una perspectiva muy abstracta y mediante imaginativas y perturbadoras metáforas. Por ejemplo, Morning Bell, que retrata un divorcio, cuenta como una pareja se divide los bienes materiales mientras Yorke canta mordazmente ‘corta a los niños a la mitad’. Aterrador. 
Hay pequeñas maravillas repartidas a lo largo del disco como la inicial Packt Like Sardines In A Crush Tin Box (nombres largos y extraños, sí los hay), que odiaba al principio, por ser tan caótica y electrónica hasta que entendí la belleza de su interesante letra y entendí lo sublime de esos beats, y loops. Es uno de esos temas que casi incomprensibles que cuestan mucho tiempo apreciar. You And Whose Army? es siniestramente bella y oscura empieza muy discreta y extraña hasta que en el minuto 1:48 Yorke le dice reclamante a Tony Blair ‘Que fácil olvidas’ y el tema se transforma por completo, elevándose hasta alturas insospechadas. 

                      

Like Spinning Plates es algo verdaderamente indescriptible, parece proveniente de otra galaxia. Una cinta que corre al revés se oye de fondo mientras los arreglos crean una atmosfera oscura y atrayente, la letra, que trata sobre el cómo se siente un soldado que es enviado a pelear batallas ajenas (‘Mientras tu das bonitos discursos, yo estoy siendo cortado a rebanadas, me das de alimento a los leones’), es casi perturbadora. Al final es como si despegara una nave extraterrestre. Es inútil ponerlo en palabras. Life In A Glasshouse, nos cuenta como un par de amigos (hombre y mujer) se han involucrado en una pelea, pero intentan arreglar las cosas porque se extrañan mutuamente, sin embargo no pueden hablar en privado porque alguien, los está espiando y no se sienten cómodos. El piano y la melodía vocal son magnificas, el tema tiene en general un aire jazzero estupendo. 

Pero la que me deja con la mandíbula en el suelo es la increíble Pyramid Song, con ese piano en extraño tempo que deja ver cierta influencia clásica, los majestuosos arreglos de la orquesta y su letra que pudiera tener muchas interpretaciones. Podría tratar sobre una visión onírica de un estado alterado de consciencia, o bien podría hablar simple y llanamente de suicidio y de cómo es la visión de Yorke del paraíso ('No habia nada que temer, y nada que dudar'). Es una composición soberbia y madurísima. 

 

Las canciones no funcionan cuando se les escucha por separado, y solo demuestran lo que son estando en el contexto del álbum entero, como por ejemplo Hunting Bears propone una genial metáfora sobre cazar osos, en la que te visualizas sentado en el bosque totalmente desolado, esperando y esperando a que aparezca un maldito oso que nunca llegará, mientras esa guitarra blues hiper-procesada te destroza por dentro. Es un instrumental que resulta una maravilla al oírla después de Dollars And Cents y antes de Like Spinning Plates, pero difícilmente le agradará a alguien si escucha el track por separado. El único experimento verdaderamente fallido es la horrenda ¿canción? Pulk/Pull Revolving Doors, sin la cual el disco probablemente tendría una nota más alta. 

Amnesiac es, a su peculiar modo, otra obra sublime en el catalogo de los de Oxford, que exige mucho por parte del escucha, pues es experimental y abstracto como pocos. Tal vez le falta un poco para estar a la altura de sus tres hermanos mayores, pero es un trabajo formidable. 

2 comentarios:

  1. Tu ya sabes mi opinión de Kid A. ¡Que viva The Bends!
    http://www.youtube.com/watch?v=PXyrCRd1ikw

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